Economías emergentes de América Latina han sido reconocidas como importantes mercados de valores.
Economías emergentes y en desarrollo con ánimo de crecimiento y objetivo de posicionamiento en el sector financiero mundial tienden a adaptarse rápidamente a las exigencias de un mundo globalizado. Entre estas exigencias sobresale el desarrollo de los sistemas financieros, mercados de valores y el establecimiento de instituciones organizadas como las bolsas de valores.
Las bolsas de valores son un fenómeno derivado de la economía contemporánea, ya que una economía con un sistema basado exclusivamente en el sector bancario limita no solo al inversionista, sino también a las instituciones financieras y su capacidad de operación.
Hoy en día los proyectos de inversión pueden llegar a requerir sumas de dinero que los bancos no se encuentran en la capacidad de facilitar por los altos niveles de riesgo que dicho financiamiento implicaría. Por otro lado, para el inversionista el financiamiento bancario puede llegar a ser muy costoso, lo cual se transforma en una limitación de desarrollo.
El objetivo del establecimiento de una bolsa de valores es el contar con una institución que permita el desarrollo transparente y regulado de mercados de capitales que ofrezcan la oportunidad de obtención de fondos por parte del sector privado y estatal mediante la emisión de instrumentos de deuda y de capital.
A pesar de que las bolsas de valores más desarrolladas y activas se encuentran en países con economías avanzadas como Reino Unido y Estados Unidos, en las últimas dos décadas el público inversionista ha mostrado un mayor interés en los mercados emergentes. Recordemos que las economías emergentes son más volátiles que las economías avanzadas por contar con sistemas más flexibles, entre otros factores. Por lo tanto, los rendimientos de inversión son mayores y esto las hace más atractivas.
En la actualidad, economías emergentes de América Latina como Brasil, Chile, México, Colombia y Perú han sido reconocidas como importantes participantes de los mercados de valores a nivel mundial y cuentan con bolsas de valores altamente activas y líquidas.
En los últimos años, a excepción de Brasil y su particular situación económica, estas economías emergentes han presentado un positivo desarrollo económico reflejado en su PIB. Previos estudios académicos en teoría cuantitativa revelan que el crecimiento económico y el desarrollo de mercados de valores están positivamente relacionados.
Panamá como país en desarrollo ha mostrado un crecimiento sostenible en los últimos años que puede ser atribuible no solo a su sector servicio, sino también a su sector financiero. Hoy en día cuenta con la Bolsa de Valores de Panamá (BVPA), la cual desde su origen (1989) ha reportado continuo progreso sostenible, con ciertas bajas en determinados años.
Entre las bajas más relevantes está la de los años 2007 a 2009, período en el que colapsa la burbuja inmobiliaria de EE UU, cuando se reportó una baja en el volumen de valores negociados en el mercado panameño. Entre otros factores, el período crítico que vivió la economía estadounidense pudo tener incidencia negativa en nuestro mercado.
El mercado de valores en Panamá ha crecido un 47% en la última década 2006-2016, según cifras del Banco Mundial (DataBank, World Development Indicators – Market Capitalization). La actividad del mercado primario para el período 2016 represento un 53% del mercado total, mientras el mercado secundario un 34%.
Por otro lado, no se puede ignorar la impresionante participación del sector privado. Para el 2016, según Resumen Anual BVPA, se reportó incremento de aproximadamente 30% de valores totales negociados y 16 nuevos emisores fueron inscritos. El incremento de valores totales negociados como la participación de nuevos emisores para el 2016, es un indicativo del interés y activa participación por parte del sector privado, estatal y del público inversionista, tanto local como extranjero.
A tan solo una semana de culminar el período 2017, el mercado primario representa el 53% del mercado total, lo cual es indicativo de nuevas emisiones. Mientras, el mercado secundario abarca 30%, evidenciando la activa participación y positiva liquidez del mercado. Hoy en día, la participación del sector privado representa aproximadamente el 50%. Estas cifras demuestran que independientemente la BVPA sea relativamente joven, tiene el potencial para continuar creciendo y posicionarse entre las bolsas de valores más activas y líquidas de la región. Reconociendo el progreso del mercado de valores en la economía panameña, debemos reconocer su importancia y la incidencia que tiene y tendrá en el crecimiento económico del país.
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